También hubo incendios en el campo de refugiados de Moria, el más grande de Europa, en la isla de Lesbos, Grecia. Miles quedaron a la intemperie. El campamento fue creado en 2013 como “escala administrativa” para quienes migraban desde Asia y África a Europa. Estaba preparado para unas tres mil personas, pero a partir de la guerra de Siria se convirtió en un tapón a presión: hoy se hacinan casi trece mil, en su mayoría de Siria, Afganistán y Somalía. A principios de mes, se detectó un caso de coronavirus y las autoridades dispusieron que todo el campo hiciera cuarentena. ¿Cómo es una cuarentena en un lugar del que de todas maneras no podías salir?
A mediados de esta semana, 35 personas habían dado positivo al test de COVID. Se cree que el incendio fue iniciado por ellas, como reacción a la intención de las autoridades de aislarles. Aislar a gente encerrada en un campamento en una isla.
Se quemó tanto parte de la infraestructura oficial del campo -con amenities como baños, agua y electricidad- como las carpas en los olivares que lo rodean, suburbio de la emergencia. Mientras les migrantes trataban de alcanzar el puerto de Mitilene, la población de la ciudad de Moria les bloqueaba el paso.
¿Cómo entró el COVID? Por un migrante que había logrado el asilo humanitario. Con sus papeles, se fue a Atenas; pero como no conseguía trabajo, decidió volver al campo, donde al menos tenía techo y comida. Las organizaciones humanitarias llevan años diciendo que Moria es una bomba de tiempo y reclamando medidas urgentes a Europa. Una de ellas, Stand by me Lesvos, tuiteó el martes: “Moria arde y eso significa que Lesbos arde ¿y dónde está ahora toda la gente con sus charlas y promesas? Estamos a solas en este isla y este fuego es un fuego en toda Europa, pero solo destruye nuestra isla.” En Moria hay 400 menores sin familia.