8. Taser (or not Taser)

¿Qué tiene que ver la literatura infantil con la tortura? (obviemos los chistes malos). De chico, Jack Cover era fanático de las novelas ciencia ficción y aventuras de Tom Swift, escritas por Victor Appleton. Luego estudió física nuclear (con Enrico Fermi, conocido como “arquitecto de la bomba”), piloteó bombarderos en la Segunda Guerra y más tarde trabajó para la Aviación Norteamericana, para IBM y para la NASA (en el proyecto Apolo). A fines de los 60 le preocupaban los secuestros de aviones, ¿cómo combatirlos sin arriesgar a todo el pasaje? Se acordó de la novela Tom Swift and His Electric Rifle. Inspirado en ella, patentó en 1972 un “arma de inmovilización y captura” a base de dardos eléctricos que bautizó Thomas A. Swift’s Electric Rifle, T.A.S.E.R.
El martes las Taser fueron el tema del día en Argentina tras la muerte del policía Juan Pablo Roldán, asesinado a cuchillazos por un enfermo psiquiátrico. Durante el gobierno pasado, se había aprobado un protocolo de uso de Taser que fue derogado por la actual ministra de seguridad Sabina Frederic. Sergio Berni, Patricia Bullrich y Sergio Massa, entre muchas otras personas a ambos lados de la grieta, argumentaron que un arma eléctrica hubiera evitado la tragedia y pidieron que se implemente; hasta se usó el slogan “Salvemos las dos vidas” de los movimientos anti aborto. Organizaciones de derechos humanos sostienen que las Taser son elementos de tortura, letales en ocasiones. Según el Comité contra la Tortura de la ONU, “provocan un dolor intenso, constituye una forma de tortura y en algunos casos puede causar la muerte”. Esos “algunos” fueron 1081 en Estados Unidos hasta 2017; se ven en este informe de Reuters. ¿Cuidar cómo y a quién?