-Hamaca mágica, ¡llévame que voy, llévame adonde sea!
Así dice Pilar, la protagonista de la saga Diario de Pilar, de Flavia Lins e Silva. Y la hamaca obedece a ese deseo inespecífico, de todo y nada, del deseo ajeno, deseo de desear.
La hamaca dorada comenzó a girar hacia adelante y perdimos la noción de dónde estaba el techo y dónde estaba el piso. Fuimos sacudidos, todo quedó a oscuras, y cuando la hamaca dejó de girar, vimos que estábamos en un barco grande, rodeados de hamacas por todos lados.
Tras esa travesía al estilo Dorothy y el tornado, Pilar se encuentra en el río Negro, llegando al encuentro de las aguas, el punto más característico del Amazonas. Mira su collar de globo terráqueo.
-Qué pena que Manaos ya quedó atrás. Tenía tantas ganas de conocer la capital del Amazonas…
-Tú quieres conocer todo, ¿verdad, Pilar? -preguntó nuestra nueva amiga, riendo.
-Sí, quiero. Mi sueño es conocer el mundo entero: país por país, ciudad por ciudad.
-¡Eso se llama “gula geográfica”! -inventó Breno.
Mi amigo tenía razón, ¿pero qué podía hacer con mi curiosidad sin fin? Quería conocer todos los rinconcitos del globo terráqueo, todas las comidas, todas las formas de vida.
Me parece un hallazgo “gula geográfica” para traducir Wanderlust a una novela para niñes. Porque lust va más para el lado de lujuria, que no es una idea muy ATP. Aunque lust es lujuria en inglés, pero Wanderlust viene del alemán, y ahí el sentido es más amplio: deseo, ganas, pasión, placer. Literalmente es “deseo de caminar”, de wandern + lust. Deriva en deseo de andar sin rumbo, vagar, vagabundear. She had the urge for going / and the she had to go, cantaba Joni MItchell. Leaving my family / leaving all my friends / my body is at home / but my heart’s in the wind, cantaba Tom Waits.
Deseo inespecífico, de que venga lo que venga: Llévame que voy, llévame adonde sea. Leo que el concepto de Wanderlust se asocia al de Fernweh, acuñado por Alexander von Humboldt: “la nostalgia por los lugares que todavía no se han conocido y la melancolía por permanecer siempre en un mismo lugar”. Se construye en oposición a Heimweh, “nostalgia”, donde Heim viene de Heimat, “patria”. Fern, en cambio, es distancia. Anti nostalgia, nostalgia de estar lejos. Eu quero tocar fogo neste apartamento / Eu quero é ir-me embora / Eu quero dar o fora, cantaba Caetano Veloso. E quero que você venha comigo.