La escuché en el marco de un curso, online. Oscar Aguilar, productor vitivinícola, dijo que se estaba dedicando a “despampanar, recortar la vid, para darle aire, luz y sol a las uvas”.
Qué cosa aquellas palabras cajita que nunca abrimos. Si es obvio que “despampanante”, tan usada, puede desarmarse en partes: el prefijo des-, el sufijo -nte que indica acción, lo que antes se llamaba participios activos. Y sin embargo y sin embargo.
Dice la RAE de despampanante: “adj. coloq. Pasmoso, llamativo, que deja atónito por su buena presencia u otras cualidades.” Y de despampanar:
“1. tr. coloq. Desconcertar, dejar atónito a alguien.
2. tr. Agr. Quitar los pámpanos a las vides para atajar el vicio (‖ frondosidad excesiva).”
Esa es la acepción que escuché.
Atajar el vicio. Irse en hojas, en vez de en frutos.
Y pámpano: “1. m. Sarmiento verde, tierno y delgado, o pimpollo de la vid.”
Y acá se complica, porque varios otros sitios dicen que el pámpano es la hoja de parra, que no es exactamente lo mismo. En esta línea, sostienen: “Cubiertos en sus partes íntimas por unas hojas de parra (pámpanos) se representó a Adán y Eva, por lo que despampanante (des-pampanante / sin pámpano / sin hoja de parra) significa que nada cubre sus partes íntimas y por lo tanto está desnudo/a; algo que provoca el dejar atónito (sorprende) al quedar al descubierto la anatomía desprovista de ese elemento que la cubría”. Pero es rara esta lógica; creo que aplicaría más a “despampanado” que a “despampanante”…
La cuarta acepción de la RAE para “despampanar”: “intr. coloq. Dicho de una persona: Desahogarse diciendo con libertad lo que siente.”
Eso tiene más sentido con podar para dar aire, luz y sol. Sacar, limpiar para liberar y habilitarle fuerza a lo nuevo.
El imán de lo nuevo.