“Indonesia aprueba el traslado de su capital de Yakarta a una nueva ciudad aún por construir”, tituló El País hace un mes. “La ciudad se llamará Nusantara, palabra con la que los indonesios se refieren habitualmente a todo el país”. La razón es que Yakarta se está hundiendo por el cambio climático, a razón de por lo menos 6,7 centímetros por año (en algunas zonas, llega a veinte). Allí viven más de diez millones de personas; es una de las capitales más contaminadas. Otras fuentes dan otros motivos. “Menos de la mitad de la población de la ciudad tiene acceso a agua canalizada, lo que ha llevado a una proliferación de pozos y bombas de agua que se suelen instalar de forma ilegal. Con el paso de las décadas, han vaciado los acuíferos bajo la ciudad y la tierra se ha hundido”, sostiene Johan Augustin en Mongabay. Con 273 millones de habitantes, Indonesia es el cuarto país más poblado del planeta.
La capital se trasladará unos mil kilómetros hacia el este, de la isla de Java a la de Borneo. La nueva ciudad se construirá en la jungla de Kalimantan, por unos 466 billones de rupias (más de 32000 millones de dólares); el Estado pagará el 19 por ciento, y el resto se financiará a través de proyectos público-privados y privados.
“El objetivo principal es construir una ciudad inteligente, una urbe competitiva a nivel internacional, que sea la nueva locomotora que transforme nuestro país. Será el punto de partida para una Indonesia basada en la economía ecológica, a través de la innovación y la tecnología”, dijo el presidente, Joko Widodo. Según El País, se propone “un territorio bajo en emisiones de carbono, que apoyará a los sectores farmacéutico, médico y tecnológico y promoverá un crecimiento sostenible”.
Nusantara “es un antiguo término javanés que significa ‘islas exteriores’ y con el que generalmente se conoce el archipiélago indonesio en el idioma local”. Un estudio de la Sociedad Geológica de Londres asegura que el lugar elegido está muy expuesto a los tsunamis.