Hay una clave ahí, al final, ¿no? Desdolarizando. “El punto de vista en Moscú es que, independientemente de cómo acabe, esta confrontación facilitará el proceso de desamericanización del orden internacional, de desdolarización del sistema financiero global”, decía Maxim Suchkov, citado por Rizzi en El País. Decir “global” por “occidental”, “occidental” por “americano”, “americano” por “estadounidense”, “estadounidense” por “dólar”: una mamushka (con perdón) de sinécdoques invertidas.
Y en eso estaba cuando me crucé con este tuit: “Volcánico. -el nuevo sistema monetario que está diseñando EAEU/China. – la llegada del petroyuan.” Presentaba esta nota de Pepe Escobar en The Craddle: “Decí hola al oro ruso y al petroyuan chino”.
Y cómo dice: “El viernes, tras una reunión por videoconferencia, la Unión Económica Euroasiática (UEEA, o EAEU, por su sigla en inglés) y China acordaron diseñar el mecanismo de un sistema monetario y financiero internacional independiente. La UEEA, formada por Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Bielorrusia y Armenia, está estableciendo acuerdos de libre comercio con otras naciones euroasiáticas y se está interconectando progresivamente con la Iniciativa de la Franja y de la Ruta china (“Belt and Road”, BRI). El sistema euroasiático se basará en ‘una nueva moneda internacional’, muy probablemente con el yuan como referencia (…). El primer borrador se discutirá ya a finales de mes.” Y hacia el final: “Arabia Saudita está considerando aceptar yuanes chinos -y no dólares estadounidenses- para vender petróleo a China. Traducción: Beijing le ha dicho a Riad que es por ahí. El fin del petrodólar está cerca”.
Ilustra la Wiki: “Petroyuan es un yuan que el gobierno chino anunció en septiembre de 2017 con el respaldo de Rusia para ser implementado como petrodivisa con el fin de arrebatar el puesto al petrodólar estadounidense como principal divisa en las transacciones de crudo, cuya hegemonía en ese ámbito viene desde los años 1970“.”