“Queremos agradecerle a Jeff Bezos por irse al espacio, porque mientras él estaba ahí arriba, nosotres estábamos registrando a la gente [en el sindicato]”. Lo dijo el viernes Chris Smalls, ex trabajador de Amazon y co-fundador de Amazon Labour Union, el primer sindicato de Amazon del mundo. Lo dijo mientras descorchaba champagne: de les 8000 trabajadores del depósito de Staten Island, 2654 habían votado a favor de sindicalizarse, mientras que otros 2131 votaron en contra. Eso implica que ahora el movimiento iniciado por Smalls es la primera unión oficial de trabajadores de Amazon reconocido por la justicia de Estados Unidos. Y es independiente.
Smalls llevaba cuatro años trabajando en el depósito de Saten Island cuando empezó la pandemia, en marzo de 2020; era supervisor. Enseguida se dio cuenta de que el lugar no contaba con los mínimos protocolos de seguridad para enfrentar la ola de contagios de COVID-19. Organizó una marcha para pedir mejores condiciones de trabajo y fue despedido en el mismo día, con la excusa de que ese acto violaba la cuarentena. En un e-mail interno se recomendó hacer de Smalls “la cara de la protesta”, ya que consideraban que no era “ni inteligente ni elocuente”, según publican Jodi Kantor y Karen Weise en el New York Times.
Amazon lleva años haciendo campañas contra la sindicalización, al borde la ilegalidad: el año pasado, una votación en Bessemer, Alabama se frustró porque les trabajadores tenían miedo de perder su trabajo si votaban por el sindicato.
Pero esta vez, la unión hizo la fuerza que hizo la unión. ¿Qué reclama la Amanzon Labor Union? Licencia médica paga cuando se sufren accidentes de trabajo; ajustes del sueldo a la inflación; respeto por los horarios de descanso. Derechos humanos.