“El sociólogo alemán Ulrich Bröckling, en su libro Héroes postheroicos (2021), se pregunta por el estatuto actual del héroe, analizando los elementos que caracterizan lo heroico a la largo de la historia y que parecen haber cambiado, entre otras, a causa de la pandemia. El investigador afirma, incluso, que estamos en una «época postheroica»”, asegura Antoni Gutiérrez-Rubí en un artículo publicado en La Vanguardia la semana pasada. “Aunque la figura del héroe no desaparecería, sí que se transformaría radicalmente y, en este sentido, Bröckling plantea «la urgente tarea de investigar el significado social de lo heroico y de repensar su función en el mundo contemporáneo, así como su futuro (si es que lo tiene)». ¿Quiénes son nuestros héroes y heroínas, actualmente? ¿Qué papel moral y ejemplar tienen reservado? ¿Qué rol tiene la valentía personal en nuestro mundo? En el contexto de la guerra entre Ucrania y Rusia, el presidente ucraniano concedió esta entrevista a The Economist. Ante la pregunta: ¿Siempre ha tenido la capacidad de ser tan valiente? ¿De ser una persona tan fuerte? Zelenski responde: «No se trata de ser valiente. Tengo que obrar como lo hago. Tengo que hacer las cosas de este modo. Tengo que hacerlo así.» La heroicidad como autenticidad y compromiso. Lo heroico que no depende de una condición fuerte o valiente, sino de una actitud frente a la vida: No resignarse, no claudicar, no ceder, no escabullirse, no comerciar con los valores y las convicciones propias. La verdadera heroicidad hoy es anónima, íntima. La convicción de que hacer lo que uno cree que debe hacer, sin traicionar los principios básicos, contagia entusiasmo y genera empatía. Tener el coraje de avanzar, contracorriente, en desventaja palpable, dibuja un escenario épico de gran fuerza simbólica. «Pueden los que creen que pueden» dice la cita atribuida a Virgilio en la Eneida.”