“Cómo el captagon, la ‘cocaína de los pobres’, se ha convertido en un multimillonario negocio en Medio Oriente (y qué papel juega Siria)”, titulaba BBC Mundo el miércoles. “Por años, fue utilizada como antidepresivo de prescripción médica en Occidente, aunque luego pasó a estar prohibida cuando se demostró su elevado potencial adictivo. Hasta hace no mucho, se denunció que su producción era una de las fuentes de ingresos del autodenominado Estado Islámico, por lo que se le llegó a llamar incluso la ‘droga de los terroristas’. “
Según la Wiki, el nombre genérico es fenetilina. “También conocida como amphetaminoethyltheophylline y amfetyline, es una unión química de anfetamina y teofilina (…). Se comercializa para su uso como psicoestimulante bajo las marcas Captagon, Biocapton y Fitton”.
Sigue BBC Mundo: “’Nuestro estudio mostró que el captagon se ha convertido en la principal fuente de ingresos para el gobierno sirio’, dice a BBC Mundo Caroline Rose, investigadora del Newlines Institute for Policy and Strategy (…). “Todo sugiere que personas cercanas a (el presidente sirio) Bashar Al-Assad, incluido su hermano menor, Maher al-Assad, que es el comandante de la Cuarta División Blindada del ejército (una unidad de élite), están detrás de este negocio que se ha convertido en el principal producto de exportación de Siria”, agrega.
El gobierno sirio ha negado en numerosas ocasiones estar implicado en la producción de captagon (…) Reportes de la guardias costeras de varios países, incluidos Italia y Jordania, e investigaciones de The New York Times y The Guardian, del Proyecto de Reporte de Corrupción y Crimen Organizado (OCCR) y del Centro de Análisis e Investigaciones Operacionales (COAR) también apuntan hacia Damasco. (…) De acuerdo con la investigación del Newlines Institute, solo en 2021 el mercado ilegal del captagon produjo ganancias valoradas en US$5.700 millones.”