“Los conocimientos científicos sobre el neoconcebido en su primera fase de existencia unicelular nos permiten tener la certeza de que se trata de un nuevo ser humano, diverso y distinto de sus padres”, dijo el jueves en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados el ex ministro de Salud de San Luis, Marcelo Riera, en el marco del debate por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. “El neoconcebido es un sujeto irrepetible de la especie humana”.
Esta idea del “neoconcebido”, incluso “unicelular”, como sujeto no es nueva. En la monografía “Derecho a la vida, derecho fundamental”, de Fernando Chomali, profesor de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile (2007) se cita: “El neoconcebido tiene una propia y bien determinada realidad biológica: es un individuo totalmente humano en desarrollo, que autónomamente, momento a momento, sin ninguna discontinuidad construye la propia forma siguiendo, por intrínseca actividad, un diseño proyectado en su mismo genoma”. La referencia es Serra, A., “II neoconcepito alia luce degli attuali sviluppi Delia genética umana”, en Fiori, F., Sgreccia E., L’aborto. Riflessioni di studiosi cattolici, Milano 1975. Claro que hecho el argumento sobre el neoconcebido, hecho el meme: aquí piensan en Neo, el de Matrix.
Apuntaba Nora Cortiñas en 2018: “A la iglesia no le importó que [durante la dictadura] a una mujer embarazada, para torturarla, le pusieran una cuchara en la vagina, y ahí apoyaban la picana. Destrozaban ese feto que ellos hoy defienden con tanto ardor. Y provocaron abortos”.