2. NQH2O

“Muy preocupados por la preservación de un óvulo y un espermatozoide fecundado mientras aceptan alegremente la destrucción de los ecosistemas que hacen posible la vida en el planeta”, tuiteó Gabriela Massuh el viernes, un rato después de la media sanción a la ley de Aborto Legal. 
Tres días antes leíamos: “El agua comenzó este lunes a cotizar en el mercado de futuros de materias primas de Wall Street por su creciente escasez en cada vez más regiones del mundo. Debido a esto, su precio fluctuará ahora como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo”. Salió casi idéntico en Ámbito Financiero, en Página 12 y muchos otros sitios; la fuente es el CME Group, resultado de la fusión del Mercado de Chicago y el Chicago Board of Trade, el mercado de futuros más importante del mundo. The Economist lo llamó “el mayor mercado financiero del que hayas oído hablar”. 
Este grupo acaba de crear el índice Nasdaq Veles California Water (NQH2O), que registrará el precio del agua. ¿Y a cuánto cotiza? A 489,11 dólares por acre-pie (unos 1.233 metros cúbicos). Por ahora. El precio del agua en California se duplicó en el último año. 
 Javier Ruiz, jefe de economía de Cadena Ser, explica que el mercado de futuros implica fijar el precio hoy para lo que se consumirá en 12 o 18 meses, en petróleo, oro, soja o -desde ahora- derecho al uso del agua. El mismo CME lo explica en un curso.
Me impresiona la solidez imperturbable con que piensan en -negocian con- el futuro. ¿No habrá pandemia en Chicago, no influye en la logística? Pero es ingenuo mi argumento para un mercado financiero, donde se intercambian papelitos y la escasez es valor. “En el mercado del agua no van a jugar pequeños jugadores, sino las grandes eléctricas y los grandes productores agrícolas, más los grandes especuladores: los fondos de inversión”, explicaba Ruiz. 
El agua ya excede la noción de bien común: todavía es 2020 así que podríamos llamarla bien esencial. Cotizando en bolsa. ¿Qué podría salir mal?