“Más de la mitad de los 53 migrantes que fueron encontrados sin vida o moribundos en un tractocamión en Texas la semana pasada han sido identificados, y de ellos el más pequeño tenía 13 años”, informaba el martes Azteca. “La oficina del médico forense sigue esperando la confirmación de las identidades de 18 víctimas más de una semana después del letal intento de tráfico de personas, según las autoridades del condado de Bexar, donde se encontró el tractocamión abandonado en una carretera secundaria a las afueras de San Antonio”. Un tractocamión es un camión con acoplado o trailer. Ahí, en el trailer, fue abandonado el grupo de migrantes, al costado de una ruta en las afueras de San Antonio, sin agua, sin ventilación, con 39,4 grados.
El miércoles se establecieron sus nacionalidades: “26 mexicanos, 22 guatemaltecos y 2 hondureños entre los migrantes muertos en Texas”, titulaba CNN en español. La hipótesis es que murieron por “agotamiento, calor y deshidratación”. Otras quince personas fueron hospitalizadas.
“William McManus, jefe de policía de San Antonio, informó que recibió una llamada aproximadamente a las 6:00 p.m. después de que un empleado de un edificio cercano escuchara un grito de ayuda. Dijo que el empleado caminó hacia el camión y notó que las puertas estaban parcialmente abiertas. Cuando la persona abrió la puerta, en el interior se encontraron varias personas fallecidas”, relata CNN. El chofer intentó hacerse pasar por víctima; está detenido, junto a otros dos hombres, acusados de contrabando de personas.