En un hilo de Twitter dedicado a la simbología en la ceremonia de cambio de mando en Colombia, Laura Galindo M. destaca: “@RoyBarreras hablando de ‘seres sintientes’ en su discurso. Entender la vida más allá de la humanidad y velar por ella es una forma de comprometerse con los animales y el medio ambiente.”
Me hizo pensar en la sintiencia (N88P06), y en cómo se está discutiendo como categoría que va más allá de lo humano: hacia creaciones humanas, como en el caso de LaMDA (N88P05), y hacia otras criaturas vivas, como en este caso.
Roy Barreras es el presidente del Congreso de Colombia, y un aliado de Gustavo Petro. Unos fragmentos de su discurso: “Hoy ese mandato popular en favor de la paz, en favor de la vida (N63P10) digna para todo los seres sintientes, ese mandato que exige justicia social y ambiental nos ha traído a esta plaza y a todas las plazas de Colombia que celebran este quiebre histórico. Este renacer de la esperanza.”
Leo en El Tribuno que hace un mes Jujuy aprobó una ley sobre la protección y de “animales de compañía”, a los que se define como “seres sintientes”. Parece haber un uso intuitivo de la palabra. Quienes militan el veganismo aseguran que todos los animales son sintientes. ¿Cómo trazar una línea entre unos y otros?
Sigue Barreras: “¿Qué venimos a hacer? No solo a celebrar. Venimos a comprometernos a hacer del Estado un sembrador de la cultura de la vida.. (…) Aquí hay una patria dispuesta a renacer, para que de la mano de las otras naciones latinoamericanas decidamos compartir un destino común (…) Para contarle al mundo que aquí tenemos el agua, el aire, el alimento, la biodiversidad que el mundo necesita. (…) A eso hemos venido (…) A decirle al mundo que mientras otros países invaden, contaminan, consumen drogas y luego prohíben, castigan y abandonan sus compromisos climáticos, hacen la guerra y se ufanan de ser potencias de la muerte, Colombia está decidida a convertirse en una potencia mundial de la vida.”