10. Sohwakaeng

Un tuit de lamatancera me hizo acordar a una palabra coreana que leí en ese pequeño gran libro que es ¡Hwaiting!
“Sohwakaeng
(acrón.)
Una pequeña alegría que puede encontrarse fácilmente en el día a día. Por ejemplo, tomarse unos minutos de más para saborear el café, admirar el cielo, disfrutar unos minutos de silencio antes de levantarse de la cama. Los coreanos usan la expresión ppalli ppalli (rápido rápido) para que alguien se apure o sea más eficiente en lo que hace. Ppalli ppalli se volvió sinónimo de la vida moderna coreana: la velocidad que no da respiro, la vorágine de las grandes ciudades. Ante la tiranía de la rapidez, nació la palabra sohwakaeng.”
(¿Acrónimo de qué será?) 
Es cierto que lo que trae lamatancera no es exactamente el mismo caso. “Siempre que escuchaba la canción ‘las manos de mi madre’ me llamaba la atención la parte que dice ‘lo cotidiano se vuelve mágico’, sin entender demasiado, decía qué lindo qué poético. Hoy cuando la nena vino de la escuela, le hacía la merienda, me decía: voy a ver tele ma y a descansar un poco, yo le había comprado unos libritos de grasa y se los calentaba, pensé: quién me hubiera dicho hace 3 años que yo estaría esperando a mi hija que viene de la escuela? Entonces me vino a la mente: ‘lo cotidiano se vuelve mágico’”. 
Quizás no sea justo una “pequeña alegría que puede encontrarse fácilmente”. El hilo de Twitter termina: “Y es así, porque todavía a veces no me lo creo, por eso #AdoptenNiñesGrandes”.  
Quizás para ella el proceso haya sido inverso: lo mágico se le volvió cotidiano. Es otra manera de pensarlo. Los árboles moviéndose contra el cielo, la música, los libritos de grasa; descubrir que las manos de madre son ahora las tuyas. ¿Cuándo se volvieron cotidianas cosas tan extraordinarias?