“Sólo se puede volver objeto de una agresión directa, de una violencia desnuda, aquello que ha sido antes despreciado, desvalorizado, vulnerado bajo distintas modalidades pero con algún grado de legitimidad en la esfera pública. Las redes sociales contribuyen a ello a través de la puesta en práctica de una serie de operaciones ideológicas como la memificación sin fin, la distorsión, la banalización y/ o la negación de violencias históricas y contemporáneas”, dicen Micaela Cuesta y Lucía Wegelin en revista Anfibia. “Paradójicamente esas operaciones que favorecen la reproducción de DDO [discursos de odio] en redes sociales y construyen las condiciones de posibilidad de la violencia contra el otro político, no han dejado de aparecer en las reacciones al atentado a Cristina Fernández de Kirchner (…). La memificación de todo no es sólo un recurso del lenguaje en las redes sino que inaugura nuevos códigos de interpretación y de enunciación que vuelven difusos los límites de lo decible en la esfera pública. Los memes llevan al extremo la lógica del chiste y en ese gesto en apariencia ingenuo vuelven enunciables deseos de violencia contra otros que ‘no podrían ser enunciados’ -según los propios usuarios intensos de las redes- por fuera de los confines de la vida digital. (…) El chiste que ficcionaliza la violencia no se reduce a un código propio de las redes (…) sino que tiene efectos sobre la esfera pública democrática. Esto no implica que haya que desconocer la diferencia entre el ‘pasaje al acto’ y sus múltiples e infinitas enunciaciones previas, pero sin duda ese acto se volvió posible en un espacio público en el que la destrucción del otro político era decible y teatralizable.
Es esa misma clave interpretativa la que eligió parte de la oposición mediática y política para reaccionar al atentado contra la vida de la vicepresidenta. Pudieron preguntar -con sospecha acusatoria- si no se trataba de una escena montada (…) porque, en efecto, ya se han montado escenas teatralizando la muerte de Cristina en la plaza pública.”
Me acordé de este tuit: los memes como fuente de conocimiento.