Si no sos un militante trumpista o de extrema derecha, es probable que no hayas escuchado hablar de Parler hasta este fin de semana. Y cuando finalmente te enteraste, ya estaba inaccesible, como una fiesta que termina antes de que te llegue la invitación. La vida es así.
Parler, que se promociona como “red de discurso libre”, es la consecuencia directa de las políticas de desplataformización que vienen llevando Facebook, Instagram y Twitter. Nació como un refugio para expulsados de las redes más usuales, en agosto de 2018. A inicios de 2020 tenía alrededor de un millón de usuarios; en julio ya eran 2,5, y en la semana previa a las elecciones de Estados Unidos, 3,5 millones de personas se bajaron la app. Hoy son diez millones, en su mayoría militantes de extrema derecha y votantes de Trump; se esperaba que Trump se hiciera una cuenta pronto y eso arrastrara a más millones a la red.
Pero las cosas se complicaron un poco. Cuando circuló la información de que el ataque al Capitolio se había coordinado a través de Parler, Google y Apple le dijeron al fundador y CEO, John Matze, que si quería seguir apareciendo en el App Store tenía que introducir reglas de moderación que sirvieran para prevenir el discurso (y los actos) de odio. Matze (hermoso nombre para el anfitrión de una red de antisemitas) no se lo tomó muy en serio, y entonces Google (primero) y Apple (después) eliminaron la app de sus tiendas virtuales. Pero la verdadera manija la tenía Amazon: dijo que si no se incorporaban reglas de moderación, dejaría de brindar el servicio de hosting de Amazon Web Services. Este domingo 10 de enero, Parler quedará offline, no se sabe por cuánto tiempo. Matze dijo que tratarán de mudarse a un nuevo proveedor, y acusó a Google, Apple y Amazon de un ataque coordinado para herir a Trump. Como decía Humpty-Dumpty, la cuestión es quién manda y se acabó. ¿Ya podemos hablar de infraestructuras soberanas? La ultraderecha ya está en eso.