Hablando de gente rica. “La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, instó este lunes 5 de abril de 2021 a la adopción de un impuesto mínimo sobre la renta corporativa global, después de 30 años de recorte generalizado de gravámenes para las grandes empresas”, reportó France 24. Yellen propone un impuesto a las grandes multinacionales para “asegurarse de que los gobiernos tengan sistemas fiscales estables que generen ingresos suficientes para invertir en bienes públicos esenciales”. Va en línea con el histórico plan de rescate económico de Biden, de 1,9 billones de dólares, al que esta semana se sumó otro por inversiones de más de 2 billones.
Yellen tuiteó que el sistema fiscal de Estados Unidos “está roto hace tiempo”, y publicó una columna de opinión en el Wall Street Journal abogando por revertir la Tax Cut and Jobs Act (Ley de Empleo y Reducción de Impuestos) de Trump, que bajó los impuestos corporativos de 35 a 21 por ciento.
Para que las empresas no se vayan de Estados Unidos en busca de lugares con regímenes fiscales más convenientes, Yellen y Biden impulsan esta medida global, que propondrán en el G20 y la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. La idea es acordar un impuesto mínimo y discutir la asignación justa de las ganancias entre los diferentes países en los que operan las multinacionales.
El G20 es el grupo de los 20 países que acumulan más del 80 por ciento de la riqueza global. Tiene presidencia rotativa; este año le toca a Italia. El miércoles, el ministro de Finanzas italiano, Daniele Franco, dijo que este año hubo una “aceleración en el proceso” hacia el impuesto corporativo global, y que el G20 esperaba alcanzar un acuerdo fiscal internacional en la reunión ministerial que se hará en julio en Venecia. Suena utópico, pero quiero creer.