Lo último de Amazon ahora es leer las manos. Pero no te lee la suerte, el pasado ni el futuro, sino tu estado de cuenta bancaria. Amazon One es otra propuesta de la empresa del señor más rico del mundo para revolucionar el comercio minorista, ya no online sino offline, en los comercios físicos. Propone dejar de usar cosas para pagar: ni efectivo ni tarjeta ni celu, a mano limpia nomás.
Desde octubre pasado, este sistema se testea en algunas Amazon Go, las tiendas sin cajas ni cajeres, en Seattle. Pero esta semana la compañía anunció que planean extender su uso a Whole Foods, una cadena de supermercados con 500 sucursales en Norteamérica que compraron en agosto de 2017.
El Amazon One se parece a los aparatitos que leen códigos de barras, pero en este caso lee las líneas de las manos. Para poder pagar sin tocar nada -ni siquiera el aparato-, alcanza con ubicar la palma a unos centímetros, como en una sesión de imposición de energía, un reiki con las máquinas. Claro antes hay que registrar la mano, tu mano, en una base de datos biométricos, y asociarla a tu tarjeta de crédito.
Según Xataka, la empresa dice que eligió trabajar sobre el reconocimiento de la palma de la mano porque “es considerada más privada que otras alternativas biométricas”. ¿Qué podría salir mal?