Ayer la vicepresidenta Cristina Fernández compartió una videoconferencia con Lula Da Silva. De paso, dejó ver los libros que tiene sobre su escritorio. El que está arriba en la pila, combinando con su blusa, es -como señaló @_MartinGS_– Fragmentar el futuro. Ensayos sobre tecnodiversidad, de Yuk Hui.
Justo de eso hablaba ayer Mariano Fressoli, en una conferencia en la Universidad de Valencia. “Estamos viviendo un momento no solo de crisis ecológica sino de comienzo de una nueva revolución industrial, tecnoeconómica; se viene la inteligencia artificial, los robots. Vamos a empezar a ver nuevas formas de automatización, y hay un riesgo muy grande ahí; porque mucho de la automatización implica traducir conocimiento tácito en conocimiento codificado, y va a haber mucha destrucción creativa en ese proceso. El riesgo es transformarnos en una monocultura tecnológica global. Hay algo de Yuk Hui ahí, que dice “¿cómo repensar un cosmopolitismo tecnológico?”. Y ahí me parece que todos los colectivos indígenas, que han sido marginalizados por el Estado, sobre todo en América latina, es gente que ha vivido en esta tierra por miles de años y ha pensado soluciones a los problemas que tienen por miles de años. Tienen un aporte para hacer en cómo cuidar la casa común. La pregunta es cómo pensar la diversidad cultural sobre las tecnologías que vamos a empezar a usar y que vamos a enfrentar en los próximos años. Corremos un riesgo muy grande de que cuatro o cinco empresas manejadas por yuppies de California terminen decidiendo cómo se va a producir, cómo vamos a consumir, cómo vamos a interactuar socialmente, cómo vamos a encontrar pareja… Eso es una locura. Tenemos que pensar en una ecología que tiene que ser multicultural, en una tecnología multicultural. La esfera tecnológica no puede ser monocultural; tiene que haber varias culturas tecnológicas”.
(Dijo Yuk Hui hace un ratito: “¿Cristina Fernández de Kirchner leyendo mi libro!? ;)”)