“La economista chilena Irací Hassler Jacob (Santiago de Chile, de 30 años), militante comunista, le arrebató el domingo pasado a la derecha el municipio de Santiago, el de mayor importancia política y simbolismo de Chile”, dice El País. “Su victoria fue una de las grandes sorpresas de la jornada: es la primera vez que su partido liderará esta comuna, que por décadas fue un bastión conservador y moderado. Admiradora de la diputada estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez, de la gestión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y de la fallecida líder del comunismo chileno, Gladys Marín, no era un rostro conocido para buena parte de Chile. La alcaldesa electa pertenece a una generación joven de mujeres que ha irrumpido en la escena política chilena en las elecciones municipales, de constituyentes y de gobernadores regionales del fin de semana.” Mirá esa sonrisa.
Irací nació en noviembre de 1990, durante el primer año de la democracia chilena. Dice que apunta a “conducir al municipio hacia un buen vivir”. La fórmula no es azarosa: rima con la revalorización de las formas de vida indígenas, como el Sumak kawsay, buen vivir o convivir, que buscan el equilibrio y la armonía entre personas, animales y ambiente.
Irací lee a Thomas Piketty y a Mariana Mazzucato, a Judith Butler y a Virginie Despentes, y es fan de Mariana Enríquez. Su padre es de familia suiza; su madre nació en Piauí, en el norte de Brasil, de ascendencia francesa judía. “Irací es un nombre indígena brasilero –tupí-guaraní– que significa reina de las abejas”, cuenta ella. Reina de las trabajadoras.