Tuiteaba el lunes Sol Despeinada: “Me puse a escuchar audios que mandé recién extubada”.
Extubada es otra de esas palabras que saltan del ámbito médico a la vida cotidiana, como intensivista (N01P01), barbijo (N18P05), saturómetro (N33P07) o comorbilidades (N39P02). Con una pequeña, mínima diferencia: extubada describe una acción de salida, de regreso. Fundéu / RAE dice de extubar, desintubar o desentubar: “Según el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina es ‘retirar un tubo o una cánula previamente insertados en un conducto, en un órgano hueco o en una cavidad orgánica’”. Una acción médica de retirada, un módico movimiento hacia la deshospitalización. Que, además, en estos días es poco frecuente: hemos escuchado hasta el hartazgo decir que ocho de cada diez personas que se entuban por COVID no sobreviven.
El jueves, en una reunión de la escuela por Zoom, escuché decir “cuando volvamos a la nueva normalidad”. Me pareció un acierto: no veo que haya dónde más volver que a lo nuevo. El pasado es tierra arrasada, se lo comió el socavón. No se ve muy claro nada, pero quizás haya luz al final del tubo.