Y hablando de chanchos… Esta entró por la ventana a último momento. Está en todos los portales: ayer el bueno de Elon Musk presentó a Gertrude, una cerda “saludable, feliz y amante de la vida”, y dijo que había implantado un chip en su cerebro, como parte de los experimentos de su “start up de neurociencias” Neuralink. Aseguró que estos chips son como un “fitbit con cablecitos” que pueden monitorear la actividad de las neuronas desde adentro del cráneo, se ponen con una cirugía sencilla y se cargan desde fuera. Los usos propuestos van desde ayudar a personas con enfermedades como Alzheimer hasta “darle la capacidad a los humanos de controlar dispositivos telepáticamente y hasta para almacenar una copia digital del cerebro”, según reporta Desireé Jaimovich en Infobae. Musk aseguró que está tramitando el permiso para hacer pruebas con humanos. The Guardian destaca que no presentó ningúna evidencia científica.
La bio de Twitter de Neuralink dice: “Desarrollando interfaces cerebro-máquina de alto ancho de banda para conectar humanos y máquinas”. Veremos si Gertrude pasa a la historia como Laika o Dolly (¿por qué siempre son hembras las elegidas para experimentos riesgosos?). Si Neuralink avanza, los tan disputados datos podrían envasarse en origen, por así decir.