El jueves, el Senado argentino aprobó el proyecto de ley de etiquetado frontal. Siguiendo las experiencias de Perú y Chile y el ejemplo reciente de México (diezpalabras N05P03), se busca que los envases de alimentos y bebidas incluyan octógonos negros donde se advierta si ese producto tiene exceso de azúcares, sodio, grasas saturadas y totales y calorías según los criterios de la Organización Panamericana de la Salud. También se propone regular la publicidad y presentación de estos alimentos, prohibir que se vendan junto a premios o sorpresas y que se vinculen con la imagen de personas famosas. En el caso de los alimentos dirigidos a la infancia, los que lleven al menos un octógono quedarán impedidos de hacer publicidad de cualquier tipo y de usar personajes o animales en los envases; además, se prohibirá que se vendan en escuelas.
El proyecto llegó impulsado por los ministerios de Salud, Agricultura y Producción, y tuvo 64 votos a favor. Solo tres senadoras votaron en contra: las tucumanas Silvia Elías de Pérez y Beatriz Mirkin y la riojana Clara Vega, de tres partidos diferentes.
“Esta ley ataca al azúcar, la demoniza injustamente y, por lo tanto, intenta también una vez más traer desamparo a mi provincia“, dijo Silvia Elías de Pérez, y destacó que 8100 productores tucumanos viven de la industria azucarera. “El azúcar es un nutriente natural, orgánico, no sintético, no merece ser demonizado”.
Elías de Pérez es la senadora que se destacó en el debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, en 2018, cuando comparó a las mujeres con perras: “¿Qué pasa cuando nuestra perrita se nos queda embarazada? No la llevamos a la veterinaria a que aborte”.
Según un estudio del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, entre la población de bajos ingresos el 29,3% de niños y niñas entre 2 y 5 años tienen sobrepeso.