Cosas que dan miedo pero miedo de verdad: el escape de gas metano en el Ártico. Según publicó The Guardian el martes, una expedición científica en el Mar de Laptev, en Siberia oriental, descubrió que gigantescos depósitos de gas metano de efecto invernadero que estaban congelados en el Océano Ártico están empezando a liberarse a la atmósfera. Se los conoce como “los gigantes dormidos del ciclo del carbono”. Se descubrieron altos niveles de este gas a 350 metros de profundidad, en sitios que solían estar congelados en esta época del año, pero ya no lo están. La temperatura del Ártico se está calentando a más del doble de velocidad que la media del resto del mundo, y se prevé que la liberación de estos gases puede desencandenar un proceso de calentamiento global mucho más acelerado. En las partes menos profundas del Ártico se encontraron cráteres que están liberando gases a la atmósfera, muy parecidos a los que se ven en la tundra siberiana (y que salieron ya en diezpalabras N02P01).
Otra cosa que da más miedo que El Resplandor: la posibilidad de que gane Trump el martes, asegure que el cambio climático es verso y termine de prender fuego el mundo.