Algo huele mal también en Google. El jueves la compañía echó a Timnit Gebru, co-líder del equipo de inteligencia artificial ética, que trabajaba para reducir los sesgos algorítmicos que profundizan las desigualdades sociales preexistentes. En plenas vacaciones, recibió un correo que le decía que su trabajo terminaría ese mismo día, y ya no tuvo acceso a sus cuentas corporativas. Gebru, nacida en Etiopía, egresada de Stanford y muy respetada en el ámbito académico de la inteligencia artificial, era una de las pocas mujeres negras de Google (el 1,6% del total, según el reporte de diversidad). Había escrito un correo a sus compañeres del proyecto Brain diciendo que no se esforzaran por escribir papers para corregir los sesgos algorítmicos que perpetúan las desigualdades, porque no servirían para nada. Gebru estaba frustrada por el rechazo sin explicaciones a uno de sus trabajos, así como por una larga serie de maltratos e intentos por silenciarla, según contó en Twitter.
“Tu vida empeora cuando empezás a abogar por personas con baja representación; empezás a alterar a otres líderes (…). No hay manera de que más documentos o más conversaciones logren nada”, decía en su correo. Este mensaje fue considerado “inapropiado para el personal jerárquico” y dio pie (o excusa) al despido.
Más de 1500 empleades de Google y casi 2200 personas de la academia, la industria y la sociedad civil firmaron la carta “Standing with Dr. Timnit Gebru” y la difundieron con los hashtags #ISupportTimnit #BelieveBlackWomen”.
“Es grave que las empresas que controlan gran parte de las herramientas que usamos de internet expulsen a una de sus pocas y más importantes defensoras de ética”, dicen desde el Observatorio de Datos con Perspectiva de Género.
La carta de apoyo demanda a Google transparencia en las decisiones de IA, argumentando que es una cuestión de interés público y que debe haber una rendición de cuentas pública. Pero no te preocupes: solo te concierne si usás algún producto de Google.