“Aceptamos que nuestras palabras y nuestras imágenes traerán consecuencias, pero lo harán porque buscamos ampliar y profundizar con ellas la conversación-país de la que nos sentimos parte.” Así se afirma en la página de “Quiénes somos” de elDiarioAR, el medio digital argentino que nació el jueves 10, en el Día de la Democracia, el debate por el derecho al aborto y el primer aniversario de gobierno de Alberto Fernández, bajo el lema “periodismo a pesar de todo”.
Qué necesario y difícil apostar a la “conversación-país”, justo ahora que, aquí y en todas partes, crece la sensación de que las grietas se llevan puesta hasta la posibilidad de un lenguaje común. Tras el siglo de la comunicación masiva, donde todes leíamos y escuchábamos básicamente las mismas noticias, llegamos a la era de la pluralidad en forma de burbujas (N07P02), en la que la prensa se polariza y los filtros y efectos de cámara de eco de las redes sociales incitan a desconocer a quien piensa distinto.
En realidad, la fundación de elDiarioAR me alegra desde antes de leer esa frase. You got me at “nuevo diario”. Puro sentimentalismo: soy de las que miran las películas de periodistas. Además, el equipo es un lujo. Esta foto de la redacción me emociona: tan distinta a las que conocí, minimalista y con COVID, y redacción sin embargo.
elDiarioAR nace asociado –más bien hermanado– al exitoso elDiarioES, un proyecto español autogestivo que publica sin muros de pago y se financia con suscripciones. Es provocativo llamar “elDiario” a un medio digital, y por lo tanto exiliado de todo corte temporal periódico. Bueno, Federico Fahsbender le dice “el diario” a Infobae. Las costumbres queridas son duras de matar.
“El periodismo es un intento metódico por reconstruir en velocidad y con síntesis los hechos y procesos que tienen o podrían tener interés social”, aseguran en ese primer editorial.
Salve, elDiarioAR. Larga vida a las redacciones.