Y hablando de Tedros: el lunes dijo ante el Consejo Ejecutivo de la OMS que estamos “al borde de una catástrofe moral”, a causa del enfoque “yo primero” de los países ricos. Es lo que Reuters llamó “nacionalismo de vacunas”: hasta el lunes se habían dado más de 39 millones de dosis de vacunas en 49 países ricos, y 25 dosis en un país pobre. “No 25 millones, no 25 mil: 25”, dijo Tedros. “Aun cuando hablan del acceso equitativo, algunos países y empresas siguen dando prioridad a los acuerdos bilaterales, sorteando el COVAX, haciendo subir los precios e intentando ponerse al principio de la cola. Eso es un error. El año pasado se firmaron 44 acuerdos bilaterales, y este año ya se han firmado al menos 12.”
¿Te acordás del COVAX? Fue la N02P04: la alianza global para distribuir las vacunas equitativamente. Estados Unidos acaba de sumarse, pero quizás ya sea tarde: los acuerdos bilaterales se la están llevando puesta. Así las vacunas “se convierten en otro ladrillo del muro de la desigualdad entre quienes tienen y no tienen”, dijo Tedros. “Está bien que los gobiernos quieran priorizar la vacunación de sus trabajadores sanitarios y de las personas mayores. Pero no está bien que los adultos más jóvenes y sanos de los países ricos se vacunen antes que los trabajadores sanitarios y las personas mayores de los países más pobres.” Se habla de “brecha de inmunidad”, y de buscar la “igualdad de vacunas”. “Desigualdad sanitaria” es el tema para el Día Mundial de la Salud 2021.
Es curioso que la OMS no hable de la importancia de liberar las patentes. India y Sudáfrica pidieron a la Organización Mundial de Comercio una exención de propiedad intelectual para vacunas, tests y medicamentos asociados al COVID-19. Argumentan que deben ser “bienes públicos globales”: bienes comunes. Médicos Sin Fronteras lidera la campaña “No patentes en pandemia”. “Los gobiernos deben preguntarse en qué lado de la historia quieren estar cuando se escriban los libros sobre esta pandemia”, dicen.