En los combustibles fósiles hay fósiles. “En la zona de Sierra Chata, al Norte de la localidad de Añelo, se realizaron hallazgos de restos fósiles. Los mismos fueron detectados por personal de la empresa Pampa Energía, quien dio aviso a la autoridad de aplicación de la ley, la Dirección de Patrimonio de la Provincia de Neuquén. Los restos fósiles corresponden a un dinosaurio herbívoro, probablemente de la familia de los Rebbachisauridae. Estos dinosaurios, que estuvieron distribuidos en el supercontinente Gondwana, han sido registrados principalmente en África y América del Sur”, anunció la Universidad del Comahue el 8 de enero. “Los hallazgos provienen geológicamente de la Formación Candeleros, del Grupo Neuquén, que tiene una antigüedad aproximada de unos 100 millones de años (Cretácico Tardío). Cabe destacar que hace unos 100 millones de años África y América del Sur recién comenzaban a separarse”. Éramos África, nomás.
En esa misma Formación Candeleros se encontraron entre 2012 y 2016 los restos de un titanosaurio (así llamado por su tamaño gigante, herbívoro vulgarmente conocido como “cuello largo”) que en estos días saltó a la fama como el ser más grande que haya pisado la Tierra. Eso dice un paper publicado el 12 de enero en Cretaceous Research por un equipo de científicos del CONICET: Alejandro Otero, José L.Carballido, Leonardo Salgado, y Alberto C.Garrido, de las universidades de La Plata y Río Negro y los museos Egidio Feruglio (Trelew) y Juan Olsacher (Zapala), junto a José Ignacio Canudo de la Universidad de Zaragoza.
El titanosaurio vivió hace más de 98 millones de años. Su tamaño total todavía no se puede estimar, pero su hueso del pubis es un diez por ciento más largo que el del Patagotitan mayorum, el ejemplar más grande que se conocía hasta el momento, que medía 37 metros de largo y pesaba 69 toneladas.
Y hoy los dos son petróleo.