John Magufuli, presidente de Tanzania, de 61 años, murió el miércoles de complicaciones cardíacas en un hospital de Dar es Salaam. Así lo anunció la entonces vice Samia Suluhu Hassan, que hoy es la primera presidenta de Tanzania. No dio más detalles. Magufuli llevaba 18 días sin aparecer en público, y la oposición decía que estaba enfermo de COVID. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que fue el mayor negacionista de la pandemia entre quienes gobiernan los 192 países del mundo. Al lado de Magufuli, Bolsonaro, el de la gripezinha, es casi un sanitarista: por lo menos en Brasil hay testeos, vacunas y estadísticas. Nada de eso hay en Tanzania, donde no se sabe nada de la situación sanitaria: los últimos números oficiales, de mayo, dan 509 contagios y 21 muertes. Magufuli se burlaba de los barbijos, ponía en duda la eficacia de los tests y se negó a comprar vacunas. Llamaba al COVID “un demonio“, e incitaba a la población a combatirlo rezando: “no puede sobrevivir en el cuerpo de Cristo”, decía. En junio declaró al país “libre de COVID”, y dijo que habían erradicado la pandemia con tres días de plegarias a nivel nacional. Que en paz descanse.