Una falsa aparición no es lo contrario de una desaparición sino, quizás, algo que la profundice. Como el marciano siniestro del cuento de Bradbury, que era y no era cada ser querido y perdido: desaparición reloaded, una imagen y un nombre vulnerables a cualquier manipulación. En la serie Ausencias, el fotógrafo Gustavo Germano trabaja en sentido inverso. Fotografía el paso del tiempo y la falta, que se ve, sobre todo, en las caras de quienes siguen con vida. Toma una imagen histórica de personas que fueron desaparecidas y recrea el mismo encuadre, en el mismo espacio, con las mismas personas en la misma posición. La falta toma su lugar, y permite convivir con ella. Parece decir que lo contrario de extraer no es rellenar agujeros, sino seguir viviendo; así la serie homenajea a quienes viven y recuerdan. Como dice el epígrafe del Diario de una princesa montonera (2012), citando a la banda Bomba Estéreo: “No quiero cantarle a los que están ausentes / Quiero cantarle a los que están presentes”.