Lo que tiene el barro es posibilidades.
Ahora dicen (Nature dice) que hay restos de un protoplaneta bajo el manto de la Tierra. A mil kilómetros de la superficie hay dos manchas de roca que podrían venir del impacto en el que se formó la Luna.
Parece que hace 4.500 millones de años, Theia (o Tea) se chocó con la Tierra, y de esa colisión se desprendió la Luna, compuesta a medias por manto terrestre y partes de Theia (inserte el mito de origen de su preferencia aquí).
Ahora, un equipo de la Universidad de Arizona postula que hay restos de Theia escondidos cerca del centro de la Tierra, bajo África y el Oceáno Pacífico. Dicen que las diferencias densidad evitaron que se fundieran con el magma primordial, y que podría haber más restos de protoplanetas ahí: todo un cementerio espacial. Parece un disco doble de Spinetta.
El nombre Theia viene de la mitología griega (de dónde más): era la madre de la luna (y también del sol). Despacio también.
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