La infraestructura para minería a cielo abierto de La Alumbrera se la dejan a Agua Rica, 35 kilómetros al este: una instalación para extraer oro, cobre, plata y molibdeno que se vende desde 2006 como “tres veces La Alumbrera”. En diciembre pasado, Yamana Gold anunció “la finalización de la integración del proyecto Agua Rica con la planta e infraestructura de Minera Alumbrera”, como Proyecto MARA. Pero Agua Rica está a 17 kilómetros de Andalgalá, e involucra la explotación de los ríos que riegan las chacras y proveen agua potable a la ciudad. Incluso algunas de las áreas relevadas quedan bajo el casco urbano.
En 2009 empezaron las tareas de exploración. La asamblea El Algarrobo, curtida por la experiencia de La Alumbrera, se organizó y comenzó las Caminatas por la Vida y el Agua, que siguen cada sábado hasta hoy, invocando la Ley de Glaciares, la Ley General del Ambiente y el artículo 41 de la Constitución. Así logró ordenanzas municipales y fallos provinciales que protegen la cuenca de Andalgalá como bien común. En 2016, la Corte Suprema de Justicia ordenó a la Justicia de la Provincia de Catamarca admitir el recurso de amparo de la población y detener la actividad minera hasta que se aprobaran en su totalidad el informe y la declaración de impacto ambiental. Pero aunque esto no pasó, la Corte de Justicia de Catamarca declaró inconstitucional la ordenanza que prohibía la megaminería el pasado 23 de diciembre, justo antes de la feria judicial. Esto dio un mes a la empresa para empezar a operar. En marzo, la Asamblea salió a cortar la ruta al cerro; y el sábado pasado, después de la tradicional marcha, un grupo de manifestantes prendió fuego a las oficinas de Agua Rica y al local del Frente de Todos. La asamblea negó “cualquier vinculación con los incidentes violentos” y acusó a la policía de “enviar infiltrados”. También dijo: “Estos incidentes son la clara muestra de que el pueblo está cansado del manoseo y que no hay paz ni licencia social”.
Lo demás son arrestos.