Hay primera línea y hay primer plano, escenario y backstage, economía productiva y reproductiva. En muchas organizaciones, especialmente en las comunidades digitales, solo se visibilizan y se miden aquellas contribuciones que quedan registradas; en palabras de Linus Torvalds, uno de los pioneros del software libre, “show me the code” (“mostrame el código”). Pero esa forma de medir deja sin representación a muchas otras tareas, quizás menos vistosas pero también necesarias.
Algo de esto notó Evelin Heidel en la comunidad wikipedista. “En Wikipedia, las tareas de organizar, de establecer alianzas, de entrenar editoras, de invitar nuevas personas para que se sumen, son el equivalente de las tareas domésticas. Nadie las toma en cuenta. No son un dato. No es casual que una parte importante de las que hacemos estas tareas seamos mujeres. Pero este trabajo de construcción a pulso busca transformar la comunidad y convertirla en un espacio más inclusivo”, dijo en el artículo “Nuestras tareas no caben en sus métricas: por otra forma de contar en Wikipedia”, publicado el miércoles en GenderIT.
Sin haber leído este aporte, algo muy parecido me dijo el jueves André Maia Chagas en una entrevista sobre la comunidad de Global Open Science Hardware, hardware científico abierto. Usó la palabra housekeeping para describir aquellas tareas que es necesario hacer para mantener viva una comunidad: trabajos de organización y coordinación, de activación de foro, de mantenimiento de infraestructuras digitales y administrativas, papeleo, logística, relaciones humanas, armado y refuerzo de redes, apoyo emocional. La palabra es elocuente: son tareas muchas veces invisibilizadas y desvalorizadas, pero imprescindibles.