“¡Feliz Vesak a todes mis amigues budistas!”, tuiteó el miércoles Trebor Scholz.
“Vesak, el día del plenilunio en el mes mayo, es el día más sagrado para millones de budistas de todo el mundo. Fue en el día de Vesak hace 2500 años, más exactamente en el año 623 a. C., cuando nació Buda. Asimismo, en este día Buda alcanzó la iluminación y también fue el día en el que falleció a los 80 años de edad”, dice en el sitio de la ONU.
Un día de luna llena, en plena primavera al norte del Ecuador. Si yo creara una religión, me parecería una buena idea.
La palabra vesak está en cingalés; viene del sánscrito vaisakha, el nombre del cuarto mes lunar, que cae entre abril y mayo. En tibetano se le dice saka dawa. Se considera que durante este mes, las acciones positivas “se multiplican por cien mil”.
En parte de Asia el vesak suele ser feriado. Muches pasan la noche de luna llena meditando en templos decorados con luces, velas y flores de loto; se lo conoce también como Fiesta de la Luz. Hay fotos en esta galería de La Nación; me gusta esta con barbijos naranja. (No recuerdo haber visto antes al vesak en medios argentinos. Esto también es globalización; es interesante este paper que analiza el vesak en el Barrio Chino de Buenos Aires).
La fuente es flojita, pero la tomo: “Según cuenta la tradición, fue el propio Buda quien dio instrucciones para celebrar este día. El día en que iba a morir, vio a su fiel servidor llorando. Buda le aconsejó no llorar sino comprender la ley universal en la que todas las cosas son impermanentes, incluido su propio cuerpo. Aconsejó a las personas no llorar por la extinción del cuerpo físico sino seguir sus enseñanzas, conocidas como el Dharma, porque solo éstas son eternas y permanentes. También dijo que no le rindieran homenaje con ofrendas de flores, incienso ni luces sino trabajando para seguir sus enseñanzas, tratando de seguir una vida noble y practicar la bondad.”
Budismo de internet; es lo que hay. Feliz plenilunio.