Otra sobre las formas femeninas de acción. Esta es de la mexicana Irene Soria, la de “Perdón, digo gracias”, la palabra 10 del número cero (P10N00). El jueves, Irene dio una charla en la Cumbre Global de Creative Commons, una ONG que trabaja para ampliar el acceso al conocimiento y la cultura. Fue una conferencia central, la primera en español en la historia de la organización; y fue feminista, decolonial, interseccional, en defensa de los bienes comunes y anticapitalista, todo en media hora. Empezó por las lentes violetas: “Cuando te las pones, ya no puedes dejar de notar cuando un hombre te interrumpe, o cuando intenta explicarte cosas que ya sabes, como tu ciclo menstrual. Que es real, me ha pasado”. Después habló de la doble discriminación que sufre una mujer de raíces americanas: “Que un hombre blanco ni siquiera te considere interlocutora, que ni vaya a tu charla, porque qué podrás tener tú para ofrecerle a un hombre blanco que ni siquiera sabe que lo es.” Llamó a construir “cuidados afectuosos, engranes”: engranajes. “Estamos en pandemia, encerrados, ¿justo ahora? Pues sí, estas vidas son las más afectadas, esta es la oportunidad”. Así llegó a la idea de los comunes: “No son cosas, son relaciones, representan una comunidad. Si no logramos hacer una comunidad no hay comunes. No lo digo yo, lo dice Silvia Federici”. Y se puso a llorar en pleno escenario central virtual.
Aseguró que la relación entre el feminismo, el anticapitalismo y la defensa de los territorios y bienes comunes le resulta obvia. Después tomó el libro Reencantar el mundo, de Federici -publicado con licencia Creative Commons- y leyó: “La comunalización es una práctica considerada ineficiente desde el punto de vista capitalista. Es la voluntad de dedicar mucho tiempo al trabajo de cooperar, debatir, negociar y aprender a llevar los conflictos y desacuerdos. Pero solo de este modo se puede construir una comunidad en la que las personas comprendan que la interdependencia es esencial.”