Licypriya Kangujam hace que Greta Thunberg se vea vieja (y blanca). También hace que algunas de las más amargas palabras de Greta (“¡ustedes robaron mi infancia!”) se hagan carne. Esta niña india tiene ocho años y lleva dos como activista por el clima; a los seis dejó la escuela para dedicarse full time a la lucha contra la contaminación y el cambio climático. Fundó la organización “Movimiento Infantil” y viajó por 21 países difundiéndola. En julio de 2019, protestó frente al Parlamento de su país -como Greta- pidiendo una ley para paliar el cambio climático. En septiembre viajó a África y fue parte de una huelga climática junto a más de 50.000 niñes y jóvenes. En octubre presentó una mochila de supervivencia llamada SUKIFU (Survival Kit for the Future), donde llevaba una planta y unos tubos que permitían tomar el oxígeno que generaba. En diciembre asistió a la cumbre global por el clima COP25 en Madrid; allí se sacó una foto con Greta Thunberg y se paseó con un cartel donde exigía al primer ministro de su país que apruebe la la ley de emergencia climática. Entre otros argumentos, aseguraba que por culpa de la crisis climática, muchos niños se ven obligados a dejar la escuela.
Recibió varios premios, como el Premio por la paz de India y el Premio Internacional de Niños por la paz. Me da mucha pena.