“Parece que es verdad lo que escribió Lao-Tse: continúa quien sabe detenerse”, tuiteó hace un tiempito Zaidenwerg.
Le pedí ayuda y -tan generoso- me mandó el poema entero. Es el poema 44 de Lao Tse, en versión del propio Zaidenwerg:
¿Qué importa más, tu nombre o ser quien sos?
¿Ser rico o ser? ¿Qué duele más? ¿La pérdida
o la ganancia? Es pérdida el apego
y el ahorro es perderse de gastar.
Quien está satisfecho no se humilla.
Continúa quien sabe detenerse.
Y con esto, agarrándose de Lao-Tse y de tantísimes más, del amor en cada respuesta a cada correo, este newsletter se va a detener, por un ratito, para poder continuar, pronto.
Cerramos aquí la extensa primera temporada de diezpalabras, que comenzó hace dos años y dos semanas. Abrimos un paréntesis para pensar, para acomodar y poner en valor el recorrido, para buscar nuevas formas. Un excurso, un desvío, una deriva: hacia la conversación, a ver qué sendero crea el caminar. Puede haber alguna edición fuera de catálogo.
Agradezco de corazón a todas todos todes les que acompañan este experimento. E infinitas gracias a quienes ayudan a sostener esta locura como mecenas. Recibirán en breve su invitación al diezpalabras de excursión, para merodear juntes las palabras y las cosas que nos miran fijo en otros formatos experimentales. Ojalá me acompañen.