“Lo vieron en la práctica… tuve algunos twisties”, dijo el martes Simone Biles, la gimnasta más laureada de todos los tiempos “tanto en la categoría masculina como en la femenina”, como destaca arteramente la ESWiki. Biles suma 19 títulos de campeona mundial y 25 medallas en campeonatos mundiales, incluyendo las de oro de los Juegos Olímpicos 2016 en competencia individual y de equipos. Y con esa palabra explicó cómo pudo haber caído fuera de la colchoneta, no una sino varias veces, y dio la clave de por qué se retiró de la competencia.
“Palabra para el diccionario olímpico… Parece un término lindo, gracioso para decir que perdió el control sobre su cuerpo en vuelo. Pero una vez que sucede, es muy difícil de olvidar porque el pensamiento reemplaza al instinto”, tuiteó el periodista Sandro Pozzi.
“Sufrió una desconexión entre percepción y acción”, define Steve Magness, entrenador de rendimiento para atletas olímpicos. “Estaba volando por el aire y perdió la noción de dónde estaba ella y dónde estaba el suelo. Eso es realmente aterrador y peligroso. Tampoco es culpa suya. Eso en gimnasia se llama twisties”. Y explica: “Si querés saber cómo se siente, jugá a ponerle la cola al burro. Da un montón de vueltas y luego intentá caminar. Gracias a un poco de vértigo, te tambaleás. El movimiento de tu cuerpo y la respuesta que recibe están distorsionados. Tu cerebro cree que tu brazo o tu pierna están desorientados y que deben moverse. Ahora imaginate dando vueltas en el aire.”
Retorcerse. Pensar de más, darle demasiadas vueltas. Sobregirar.
Algo que se tuerce, o quizás se suelte.