“Todes somos supervivientes”, dijo el viernes Sebastián Russo, en el encuentro remoto La lengua conurbana, del Archivo de Intervención Semio-Conurbana ARISCO. Señalaba que el trap que se escucha en los trenes conurbanos tiene “un flow superviviente”: describía su inventiva, su viveza, su talento en varias capas, su fuerza argumentativa para ser picante pero no tanto como para espantar los aportes económicos, su belleza, su gracia. “Y esta supervivencia tiene que ver con mantenerse con vida, pero también con una vivencia fuera de lo ordinario: una vivencia súper”.