7. Kellys

Esta palabra es gentileza de Matías Fernández. “Las Kellys logran fondos para crear un portal de reservas en ‘hoteles éticos’: ‘O dejan de explotarnos o adiós al negocio’”, titulaba el jueves ElDiario.ar. “El colectivo de camareras de piso en Barcelona logra más de 60.000 euros de financiación para poner en marcha una central de reservas ética, un proyecto que guarda similitudes con el que lanzaron los sindicatos CCOO y UGT bajo el nombre de Fair Hotels”. 
Las Kellys es una organización de “camareras de piso” (en Argentina les diríamos “mucamas de hotel”) que desde 2016 luchan por mejores condiciones laborales. Denuncian trabajo insalubre y paga insuficiente: en una palabra, explotación. Están organizadas regionalmente, con grupos en Barcelona, Benidorm, Fuerteventura, Lanzarote, Madrid y Mallorca. Toman su nombre de un juego de palabras despectivo, cuyo sentido subvierten: la Kelly, la que limpia. 
En 2017 lograron una regulación conocida como Ley Kelly, que buscar evitar la explotación laboral prohibiendo la externalización (lo que aquí llamaríamos tercerización), entre otras medidas. Y ahora, a través de la plataforma de crowdfunding solidario Goteo, consiguieron 80 mil euros de financiación para desarrollar la “Central de Reservas de las Kellys”. 
“Vamos a desarrollar una Central de Reservas vinculada al Sello de Trabajo Justo y de Calidad (…) en los Hoteles donde tengamos presencia sindical y podamos asegurar, con total certeza, que se respetan los derechos de los/as trabajadores/as y no existe explotación”, dicen en la página de Goteo. (…) “Esta Central de Reservas pretende ser una herramienta de transformación social (…). Queremos Limpiar el Mundo e inaugurar la Nueva Era del Turismo basado en el Respeto, la Belleza y el Bienestar, que anteponga los intereses humanos a los mercantiles en todo el planeta. (…) La  puesta en marcha será inmediata porque ¡VIVIR ES URGENTE!”