“Ni la ciencia ficción ni el cli-fi ni el new weird nos prepararon para esto”, decía aquí mismo hace dos semanas, con “Irreversible” (N49P01). La idea era: la escala del miedo que nos trae la emergencia climática (N45P06) no fue procesada todavía por la ficción. No tenemos un género adecuado, un género de terror climático. Pero bueno, fue pedirlo y encontrarlo. Apenas diez días después, me crucé con este tuit de Greenpeace Europa. “¿Te gusta el horror? Bueno, * nada * es más aterrador que los desastres en espiral desatados por la destrucción de la naturaleza por parte de la sociedad. Si estás en Bruselas, echa un vistazo al @Offscreenff de este año. Festival de eco-horror y ficción climática – 8-23 de septiembre”. Me quedé regulando, pensando en cómo se puede promocionar un festival apelando al terror real, no de juguete (cuando a su vez el objetivo del festival es generar conciencia sobre ese terror y llamar a la acción).
“A pesar de las excepciones históricas -como las películas de Godzilla en Japón-, el cine de terror ecológico no empezó a calar hasta la década de 1970”, dice en la web del festival. “Con el auge del activismo medioambiental, un número creciente de películas adoptó el tema de la venganza de la naturaleza contra el abuso del hombre sobre el ecosistema. (…) Tras el primer gran boom del cine de eco-horror de los años setenta, no fue hasta el cambio de siglo cuando el género volvió a la carga con éxitos de taquilla como El día después de mañana (2004) y otras extravagancias de efectos especiales. El género ha evolucionado para reflejar nuestra propia culpa y miedo por el daño que hemos infligido a la naturaleza, y las consecuencias que ya estamos sufriendo. Incluso la venganza del reino animal parece apagada al lado de la aterradora constatación de que el hombre es el animal más mortífero de todos”.
El programa abre con Los pájaros, de Hitchcock.