6. Filtradora

“Ha empezado la previsible campaña para desacreditar a Frances Haugen, la filtradora de Facebook”, tuiteó ayer viernes Marta Peirano. “Recordad que filtró documentos legítimos que demuestran que FB miente sobre lo que hace, el impacto que tiene y su supuesta lucha contra la desinformación.”
Me encanta “filtradora” como traducción para whistleblower, y en femenino. Porque la palabra suele asociarse a hombres, como Snowden, pero las últimas son mujeres. Hace un año, otra ex empleada de Facebook, Sophie Zhang, dijo que tenía “sangre (N03P04) en las manos”: “yo, personalmente, tomé decisiones que afectaron a presidentes”. Y el martes, Haugen dijo ante el Senado de Estados Unidos: “Las plataformas de Facebook dañan a los niños, avivan la división y debilitan nuestra democracia”.
Fue un día después de la caída masiva de Facebook, Whatsapp e Instagram, que dejó a miles de millones de personas sin servicio por más de siete horas. El domingo, Haugen había revelado en el programa 60 minutes que era ella, ex responsable de integridad cívica de la empresa, quien filtró los “Facebook Files”, documentos internos que el Wall Street Journal publica hace semanas. Revelan que en Facebook sabían que Instagram es “tóxico para muchas adolescentes” y que hay una elite de usuaries para quienes no se aplican las reglas, entre muchas otras cosas.
“Saben cómo hacer que Facebook e Instagram sean más seguros, pero no lo harán porque han puesto sus ganancias astronómicas antes que las personas. Es urgente que el Congreso actúe”, dijo Haugen.
“Esto ocurrió el domingo en la noche y esta mujer fue citada al Congreso. Al otro día se cayó el servicio. En Estados Unidos es imposible desligar los dos hechos, se vivió como la continuidad de un proceso. Muchas teorías conspirativas dicen que es probable que esto haya sido un sabotaje de otro empleado“, dijo Julio López el martes, en RadioConVos.   
Según expertos consultados por Reuters, “tanto un error como un sabotaje interno son plausibles”.