La ruta bielorrusa no es para cualquiera: hay que pagarse un avión hasta Minsk. Pero el gobierno bielorruso provee de visas de forma generosa, y dicen que también pasajes promocionales. Después lleva a les migrantes a la frontera con Polonia o Lituania “de forma muy organizada”, según BBC. Desde que Polonia y Lituania reforzaron sus pasos fronterizos con alambre de púa y soldados, les migrantes intentan cruzar de forma ilegal, a través de ríos y bosques. Según La Vanguardia, así murieron ocho personas. Se dice que los propios guardias fronterizos bielorrusos les alientan a cruzar.
“Según la UE y la oposición bielorrusa en el exilio, el régimen intenta vengarse [de las sanciones de la Unión Europea] ydesestabilizar la UE con una ‘guerra híbrida’”, dice La Vanguardia. El número de migrantes aumentó desde mayo, cuando Lukashenko facilitó un régimen de visas que se otorgan en agencias de viaje. Fue justo después de las sanciones por secuestrar al opositor Roman Protasevich.
“Lukashenko está enviando miles de personas a desestabilizar la zona más sensible de la OTAN, el corredor Suwalki”, tuitea Daniel Gil. “Es una franja de unos 90 kilómetros que separa la región rusa de Kaliningrado con Bielorrusia. Es un punto sensible porque es el único paso terrestre que une a los países bálticos con Europa, y por tanto, con el resto de la OTAN. De cerrarse u ocuparse por Rusia los tres estados bálticos quedarían aislados”, explica. “Generar inestabilidad en la zona puede suponer el pretexto perfecto para instalar tropas rusas definitivamente en Bielorrusia”. De paso, Lukashenko se venga de Polonia y Lituania, que dan asilo a sus opositores, como a Svetlana Tikhanovskaya (N12P05).
Hace dos días, ante el cierre de las fronteras polaca y lituana, Lukashenko amenazó con cortar el suministro de gas a toda Europa. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo: “Este ataque tiene su cerebro en Moscú. El autor intelectual es el presidente Putin”. Putin lo negó: “No tenemos nada que ver”.