Quizás Almudena se haya entristecido con esta noticia de muerte en Madrid. “Un manto de silencio cubre la muerte de Issa Munkaila, abatido en Madrid por disparos de la policía”, tituló El País el 23 de noviembre. Y en el copete: “La jefatura policial no ha difundido nota de prensa, no ha mostrado el cuchillo que llevaba el inmigrante, ni ha aclarado dónde impactaron los cuatro disparos que le mataron”.
Destaca el periodista Fernando Peinado: “Que una persona muera en las calles de Madrid por disparos de policías es un suceso muy poco frecuente, pero pasó el 5 de noviembre y la Policía Nacional reaccionó con extraño silencio. Este cuerpo envía notas de prensa casi a diario, a veces sobre intervenciones menores como arrestos de ladrones en las taquillas de un gimnasio, pero no consideró necesario hacer lo propio en este caso. Tampoco se publicó nada en las redes oficiales donde sí se informó ese mismo día del rescate de varios camellos que se habían escapado de un circo. No han precisado cuántas veces dispararon ni han querido que se conozca la identidad del fallecido del que han dicho que ‘no tienen el nombre completo’. Han informado de que se llama Issa M., que era subsahariano y que tenía unos 40 años. Tampoco hay fotos de él.” Solo un nombre árabe.
En el párrafo siguiente, se revela:”El fallecido es Issa Munkaila, según le dice a este periódico la Embajada de su país, Ghana. (…) Llevaba un tiempo viviendo en las calles y tenía problemas mentales.”