Mientras tanto, en el Atlántico siguen contando cadáveres. “Las muertes en el mar de migrantes que buscan llegar a Canarias bate su récord histórico en 2021”, tituló Europa Press, y así nomás lo levantaron unos cuantos medios. Mar de migrantes. Apropiado.
Según números de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), del 1 de enero al 3 de diciembre de este año se contaron 937 personas que se ahogaron tratando de llegar de África a las islas Canarias, españolas; 80 eran menores, y 214, mujeres. La cifra se computa desde 2014, cuando se ahogaron 29 personas; en 2017 fueron 169; en 2020, con pandemia, 877.
“Podría decirse que la gran diferencia entre exilio y emigración es que uno se exilia de un lugar; en cambio uno emigra a un lugar. Es un problema de preposiciones. Y ahí está toda la diferencia”, dice Martín Caparrós en una entrevista publicada este sábado. Me quedo pensando en migrar, inmigrar, emigrar. Les migrantes, sin prefijo, parecen no salir de ni llegar a: sin ancla ni antes ni después, de ningún lugar, hacia andá a saber dónde. En tránsito perpetuo.