El juego de la semana (para quienes no jugamos con Playstation). Tras el Wordle que Josh Wardle le vendió al New York Times por una cifra de siete dígitos y el Worldle que lleva la misma lógica a un juego geográfico, llegó finalmente el Boludle, la versión argenta. No hay mucho que explicar: es un Wordle con idénticas reglas pero solo con palabras vernáculas del habla argentina (pero sobre todo rioplatense, como gustan decir en dialectología), como “pucho” o “bardo”. Es a la vez más difícil y más fácil.
Decía La Nación el miércoles: “Según sus creadores tiene 10863 palabras en su diccionario”. No he llegado a quiénes son les misterioses creadores, pero sospecho que no deben andar lejos de los medios, incluso de les lectores de diezpalabras. La cuenta de Twitter @Boludle está creada desde noviembre -cuando apenas una selecta minoría sabía del Wordle-, pero se activó recién el lunes pasado.
Una pavada que me gusta de esta saga de jueguitos es que en su nombre homenajean una línea histórica de juegos: Scrabble, Boggle, Foggle.
Otra pavada que me gusta es jugar. ¿Alguien dijo ludificación? ¿Entetanimiento?