“El profesor Costa Picazo entra al aula y, en lugar de pasar lista como de costumbre, apoya su maletín en el escritorio, agarra una tiza, se pone a escribir en el pizarrón. A sus espaldas el murmullo sigue. Lo observo: tengo la impresión de que está haciendo algo sagrado. Por fin deja la tiza, se limpia el polvo de los dedos y nos mira. La clase queda en silencio. Al lado suyo, en el pizarrón, hay dos versiones de un poema breve: el original -en inglés- y su traducción al castellano. ‘In a Station of a Metro’, de Ezra Pound”. Así abre Laura Wittner Se vive y se traduce (Entropía, 2021).
“[Infoletras] Pesar por el fallecimiento del prof. Rolando Costa Picazo”, decía el asunto de un correo en mi bandeja de entrada el lunes pasado. El mismo día recibí la noticia de otra muerte, otra traducción.
“Todos estos años yendo a trabajar en el subte B repleto repetí mentalmente el poema de Pound copiado en tiza junto a la espalda de Costa Picazo”, dice Laura Wittner cerrando el libro.
“In a Station of the Metro
The apparition of these faces in the crowd:
Petals on a wet, black bough.
Ezra Pound
En una estación del metro
La aparición de estos rostros en la multitud:
pétalos sobre una rama húmeda, negra.
(Traducción de Rolando Costa Picazo.) “