“Encontraron microplásticos en la sangre humana por primera vez”, tituló Infobae el 25 de marzo. “Investigadores holandeses detectaron partículas en el torrente sanguíneo del 77% de los participantes de un estudio. El más común fue PET, utilizado para el envasado de alimentos”. Y después: “El estudio pudo detectar microplásticos tan pequeños como 0,0007 mm, que pueden ingresar al cuerpo a través de la inhalación de partículas en el aire o la ingestión, ya sea en alimentos o envases de plástico, vajilla y cubiertos. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió hace unos meses que la contaminación causada por el plástico en los ecosistemas acuáticos ha crecido considerablemente en los últimos años y prevé que se duplique para 2030, con consecuencias ‘nefastas para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima’”.
Un tuit de Cecilia Cantera, el jueves, con esta foto. “Es joda @JumboArg? Eso debería ser un delito!!! ¿Cuál es el objetivo de envolver fruta si ya viene con envoltorio? Se llama cáscara #plasticopatas”.