Otro fragmento de “Siéntese, viejo catastrofista”, del New York Times en español.
“Personas como Wood, y su floreciente comunidad de comunicadores sobre el clima, creen que quedarse en el marasmo de la fatalidad climática solo ayuda a mantener un statu quo dependiente del consumismo y los combustibles fósiles. A través de las redes sociales, ella y sus compañeros ‘ecocreadores’ presentan discursos alternos que destacan las noticias positivas sobre el clima, así como las formas en que la gente puede luchar contra la crisis en su vida cotidiana. Además de calmar su propia ansiedad ecológica, tienen una audiencia cada vez más ávida de lo que tienen que decir.
En el verano de 2021, Wood, cuyo nombre de usuario es @thegarbagequeen, empezó a crear videos en TikTok en los que desmentía ejemplos extremos de catastrofismo climático —entre ellos que toda la humanidad perecerá en cuestión de décadas— y transmitía noticias de victorias climáticas variadas (….). Wood también ayudó a formar un grupo de TikTok de defensores climáticos afines llamado Eco-Tok y comentó que su etiqueta #ecotok ha tenido más de 200 millones de vistas.(…)
Muchos defensores del clima dicen que presionar por un cambio sistémico al mismo tiempo que se toman medidas personales rinde beneficios. Las acciones individuales pueden tener efectos más amplios, como fue el caso de la adolescente sueca Greta Thunberg, cuyas solitarias huelgas escolares por el clima se transformaron con el tiempo en un movimiento internacional. ‘Ambos pueden coexistir’, dijo Isaias Hernandez un joven de 25 años que publica videos sobre la justicia climática en redes sociales con el nombre QueerBrownVegan. ‘Puede haber cambios grandes y locales al mismo tiempo. Tu participación importa. Estás influenciando a alguien a tu alrededor. Las generaciones existentes y las futuras se pueden beneficiar’”.