“¿Sabés qué es la pororoca?”, dijo de repente mi mamá, a propósito de nada.
No, yo no sabía.
“Está en una canción de Caetano Veloso. Y él lo explica. En la desembocadura del Amazonas, el agua del mar se cruza con la del río y hace presión de una forma tal que se crea una ola gigante. La pororoca. ¿Y sabés qué hacen ahí? La surfean”.
Busco. La Wiki: “La voz pororoca es una onomatopeya de la lengua tupí-guaraní pororó-ká, que significa “gran estruendo”,1 y se utiliza para designar un fenómeno similar al que se conoce como macareo en el delta del río Orinoco, que se manifiesta como una especie de oleaje ruidoso que recorren los grandes ríos del norte del país, especialmente el río Amazonas, a partir de su desembocadura durante decenas de kilómetros. “Hay videos para elegir que muestran la ola gigante y la gente surfeándola río arriba. Más que alta, es una ola larga y duradera.
Busco la canción de Caetano y no la encuentro; en cambio escucho esta de Maira Baldaia y esta electrónica. Me emperro hasta que aparece: la palabra que él usa es pororoquinha. Su canción se llama Branquinha y habla de nadar contra la marea.
La pororoca se pone más intensa cuando se alinean la Tierra, el sol y la luna, es decir alrededor de los equinoccios. A fines de marzo, mientras trata de paliar la inundación de agua salada, .el pueblo de São Domingos do Capim celebra el Festival da Pororoca con torneos de surf y música.
Agua de mar entrando al río. Justo en la época en la que alguna vez -dicen- un mar se abrió para dejar pasar, y volvió a cerrarse.
Dicen que la ola crece cuando hay luna llena, como hoy.
Existen olas grandes, largas, raras, ruidosas. Olas extraordinarias.
¿Y sabés qué hacemos ahí?